Todos los que dentro de nuestras actividades cotidianas (como estudiantes, empresarios, trabajadores, entre otros roles) tenemos que emplear la creatividad como elemento clave para tener éxito hemos sentido la frustración de no sentirnos “inspirados” en ciertas circunstancias.
Sabemos que nuestros objetivos dependen de nuestra creatividad, y también sabemos que la ausencia de inspiración pueden retrasarlos o impedir que los logremos, ahí es cuando (sin querer) aparece esa dosis de presión que hace que cada “proceso creativo” que emprendamos sea como un callejón oscuro (por lo tortuoso) y no un conjunto de pasos que agreguen valor.
Usualmente apelamos a que “llegue la inspiración” en un determinado momento, que puede ser pronto pero también muy tarde, esto que nos genera una ausencia de control sobre el proceso que nos puede perjudicar sin duda alguna, y esto suele ocurrir porque no empleamos elementos que nos faciliten la gestión de la creatividad, que pueden ser herramientas, trucos, buenas prácticas, etc.
Ante este contexto, lo que necesitamos es mejorar la productividad y eficacia del proceso creativo, es decir:
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Reducir el tiempo que nos demanda “crear algo”.
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Incrementar la calidad de lo que “pensamos” o “creamos”
Para conseguirlo, una de las herramientas con la que contamos es el famoso Mapa Mental, que si bien fue creado hace ya mucho tiempo, su uso se ha masificado recientemente para diversos fines.

Creatividad productiva es posible. / Imagen: AlumniUnab
¿Cómo elaborar un Mapa Mental (Mind map)?
En la red existen muy buenos tutoriales de cómo elaborar mapas mentales, te invito a que acudas a estos hipervínculos para que tengas mayor detalle al respecto, sin embargo, podemos dar algunos principios básicos para su construcción:
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Definir un tema central de donde emanaran todas las ideas.
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Definir una palabra clave para cada rama que sale de la idea central.
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Añadir subniveles en cada rama.
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Utilizar diferentes tipografías y colores para reforzar la creatividad.
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Emplear imágenes para enfatizar ideas y generar mejor recordación (¡una imagen vale más que mil palabras!)
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Utilizar palabras simples y claras.
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Unir ideas de diferentes ramas, encontrar conexiones.
Adicionalmente, a mí me sirve muchísimo elaborar primero un borrador utilizando papel y lápiz, me siento más “libre” y siento que fluye mi creatividad de mejor manera, luego, empleo un software para tener la versión formal o definitiva.
Entonces, ¿Cómo el hecho de usar un mapa mental mejora la productividad y eficacia de mi creatividad?
Para ilustrar mejor este punto, voy a usar el siguiente esquema:
Como punto de partida diremos que necesitamos de la creatividad para encontrar alternativas de solución a problemas que enfrentamos en nuestra vida cotidiana, es por ello que planteo estos tres ejes para obtener éxito en el proceso creativo:
1. Etapas del Proceso
En este rubro, el enfoque inicial está en definir la temática central del mapa mental, de tal manera que acotemos nuestro ámbito de pensamiento a su alrededor. Una vez tenemos este tema central totalmente acotado es preciso liberar nuestra mente (sugiero utilizando un lápiz y papel) y empezar a disparar todo lo que se nos ocurra con vinculación al tema.
Una vez tenemos cierto “material” inicial empezamos a ordenar las ideas y construir el esqueleto del mapa mental, para ello definiremos ciertas categorías básicas que anclaremos y serán nuestro sostén en adelante, a partir de esta etapa empezamos a iterar, de manera que explotemos cada rama (categoría) definida a nuestro gusto.
Luego de haber explotado cada categoría es preciso entrar a una etapa que agrega mucho valor al proceso creativo, el análisis de las conexiones, en este punto vamos a ver el mapa como un todo por primera vez y vamos a empezar a conectar ideas, eliminar algunas, agregar otras, asociar conceptos, eliminar categorías, agregar elementos nuevos, imágenes, colores, poner énfasis a ciertas palabras y así sucesivamente, en este punto hemos llegado a la parte más interesante de nuestro proceso de creación.
Como punto final (temporalmente) debemos reordenar nuestras categorías y sus respectivas explosiones para que sean consistentes. El análisis de las conexiones debe seguir varias veces hasta haber conseguido el objetivo planteado inicialmente.
2. Trucos y consejos
En este rubro enunciamos ciertos consejos prácticos para tener éxito en la construcción de nuestros mapas mentales, básicamente están enfocados en tener una zona libre de distracciones, utilizar diversos recursos gráficos y haber tenido una etapa de investigación previa que nos otorgue suficientes recursos para explotar nuestro tema central a nuestro gusto.
3. Herramientas
En este último punto acudimos a las herramientas que tenemos disponibles para crear nuestros mapas mentales. Para mí la estrella es el papel y lápiz, componente fundamental del ejercicio creativo.
Sin embargo, si deseamos formalizar nuestros mapas y poder compartirlos, exponerlos o darles un toque más sofisticado (sobre todo si no tenemos un lado artístico muy desarrollado) vamos a necesitar un software al respecto, los que recomiendo son:
Hago énfasis en Xmind como mi opción favorita, porque es gratis, tiene muchísimos recursos para hacer atractivos trabajos y tiene la opción de subirlos a su portal, por ejemplo el esquema que ves más arriba lo realicé utilizando este software.
Y bueno, es tu turno, cuéntame a través de los comentarios sobre tus técnicas para poder inspirarte y ser más creativa. ¡Hasta la próxima!
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